domingo, 22 de julio de 2012

Capítulo 5


Al fin había visto todas las etiquetas y había contestado a los comentarios de las fotos. ¡Qué aburrimiento! Podría estar ahora con sus amigas, pero sabía que tenía que descansar. Pero aún era temprano. 
¿Qué hacía cuando se aburría? Pues se iba al chat del Tuenti Fotos, en la sala de música. Allí había conocido a un chico, que le sacaba diez años, más o menos, pero que le entretenía mucho. Era un chico muy interesante, tenía experiencia en la vida, y le hablaba desde un punto de vista que le agradaba. Le venía bien hablar con él, cuando tenía problemas o algo, aparte de la experiencia que él tenía, le daba buenos consejos, y es que tenía una ventaja: podía decirle a ella lo que realmente pensaba, sin influir en él el conocerla a ella u otros factores que siempre influían en las amigas.

Introdujo el nick, y a esperar.

Tenía frases de él que jamás olvidaría. Por ejemplo, una vez le contó que su sueño era tocar el piano, y él le dijo “Los sueños, sueños son... hasta que los haces realidad.” Esa frase en sí, no tenía mucho valor, o gran significado, pero a ella en esos momentos, le dio la vida. A sus amigas no se lo dijo por miedo o rechazo al ser un instrumento, principalmente, de música clásica. Aun que más tarde se dio cuenta de que siendo sus amigas, jamás se reirían de ella.

Y otra vez, cuando le contó que lo dejó con su ex, y que ojala ella le hubiera dicho que no cuando le pidió salir, él le dijo que en el amor, junto al poder y al dinero son las cosas que nunca podrás controlar porque te controlan a ti, y tiene razón, Layla lo sabía, aun que hubiera querido negarse, al final terminaría diciéndole que sí, y más o menos, era lo de ahora, lo de aquel chico misterioso. Solo lo había visto un día, y le encantaba. No era capaz de decir que estaba enamorada de él, pero le gustaba mucho.

Yo: hola, volvi de vacaciones!

Él: Hola! Q tal x la playa?

Yo: bn, como esperaba pablo me tiro, pero wno... aunq conoci a un xico, wno, conocer conocer, no, no me se ni su nombre, xo es muy wpo

Él: aii.. esa bendita adolescencia...

Yo: bahh.. ni q fuers tan viejo xD q de eso ace uns años, ombre

Él: a partir d cierta edad todo pasa mu rapido

Yo: exageras..

Él: ya m diras tu..

Yo: wno, q tal x aki? M as exado d -?

Él: sep, exaba d mens tnr a alguien contandom sus proble+

Yo: wno, si molesto.. m voy xD

Él: hahaha si en el fondo te aprecio

Yo: ya.. xD cmo yevas el vrano?

Él: bn.. sperando q le den ls vacacions a mi novia pa irns x ai

-¡Layla, el teléfono!-. Escuchó como su madre le avisaba.

-¡Vale, mamá!

Yo: 1segundo, m yaman x tlfno

Él: ok

¡Qué suerte que tenía inalámbrico! Le costó sus años conseguirlo, pero al fin lo tenía. Y todo gracias a que su padre, con el tema de la crisis, pasaba más tiempo en casa. Suerte que le recortaron el horario. Su padre se hartó de que estuviera a todas horas enganchada al teléfono, y se lo compró por tal de no oírla.

-Mamá, puedes colgar. – Esperó unos segundos mientras colgaba... – ¿Sí?

-¡Hola! ¡No te lo vas a creer!

-¿Lu? ¿Qué ha pasado?

-Es que es muy fuerte. ¡No te lo vas a creer!

-Deja de decir que no me lo voy a creer. Me estás poniendo nerviosa, ¿qué ha pasado, estáis juntos?

-No, pero hemos quedado para mañana, y para el otro... ¡todo el verano!

-¿Qué? ¡Venga ya! ¿Por qué?

-Pues porque le dije que tenía problemas con mates, y me va a dar clases todos los días del verano para que apruebe. Así que... todo el verano con él.

-¡Qué bien! Me alegro, así seguro que os conocéis mejor y podréis llegar a algo.

-¡Sí!

-Me alegro, en serio. Bueno, ¿eso era lo que no me iba a creer?

-¡No! Adivina con quién me he encontrado en su casa-mansión.

-¿Mansión?

-Sí, vive en la zona de los chalés. ¡Pero no me cambies de tema!

-Vale, vale... ¿A quién?

-¡Adivina!

-¿A Sara de criada?

Risas al otro lado del teléfono.

-No, pero ojalá.

-Pues no sé. ¿A quién?

-¡Al hawaiano!

-¿Al hawaiano? 

-Sí, a ese chico moreno que vimos el primer día que estabas aquí, que estábamos en los bancos de la urbanización, y yo te hablaba de qué bikini ponerme para la fiesta de Pablo.

El corazón le dio un vuelco a Layla. Pero, ¿por qué ahora? ¿Por qué tenía que dar señales de vida el día que volvía de la playa, no podría haberse adelantado un solo día? Ahora ya no le valía de nada saber aquello, ni siquiera sabía si lo iba a volver a ver.

-¿Y qué hacía allí? ¿Era el socorrista? – Su voz sonó triste, apagada. Y sabe que lo que ha dicho ha sido algo cruel, pero es que el destino era tan malo con ella...

-No, y eso es lo mejor, ¡es el primo de Francis!

-¿Y eso qué tiene de bueno?

-¡Pues que le puedo sacar información a Francis, tonta! – Lo dijo como si fuera algo obvio.

-¿Hola? Estoy en mi pueblo, ¿de qué serviría eso ahora? ¡De nada! – Cada vez estaba más alterada, sabía que ella no tiene la culpa, pero no lo podía evitar.

-Vale, perdona. Solo pensaba que te interesaría saber que podrás contactar con él, puedo conseguir su tuenti, pero si no tienes interés...

-Lo siento... Me he pasado, pero es que me jode tanto que aparezca ahora que yo he vuelto que... Lo siento.

-Tranquila, no pasa nada. ¿Te apunto su tuenti?

-¡Claro!

-Bueno, yo te dejo, que ha llegado está tarde Cris de casa de su padre, y tenemos que ponernos al día. Ya te llamo cuando tenga novedades.

-Vale. ¿Te quedas a dormir?

-Sí, vamos a hacer el reencuentro-fiesta de pijamas.

-Pasarlo bien, y espero noticias tuyas.

-Venga, gracias. Te quierooo.

-Adiós, te quiero.

Uff... esta llamada lo ha cambiado todo. ¡Puede ponerse en contacto con él! Al final, resulta que todo le va a ir bien.

¡Ostia! Tenía el chat de Tuenti Fotos abierto.

Él: oye q yego mi novia, ablams otro dia, xao

Mejor, había sido un día largo y necesitaba dormir. Cerró el portátil. Cenó con su familia. Y se durmió sin saber que muy pronto un chico moreno entraría en su vida.

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