sábado, 25 de junio de 2016

En el amor y la guerra, ¿todo vale?

Dicen que en el amor y la guerra, todo vale. ¿Por qué?
Dos términos tan opuestos, tan fuertes, tan bellos cada uno en su campo, ¿cómo son capaces de estar unidos de esa forma? Por no perder el amor de los nuestros, somos capaces de crear nuestra propia guerra, pero de una guerra no somos capaces de poder llegar al amor, o volver a él.
Del amor al odio hay un paso, pero este paso no se puede deshacer una vez que se ha dado.
¿No es curioso? El blanco se puede tornar negro, pero el negro no puede ser blanco.
Volviendo al tema principal de esta entrada, ¿por qué se vale todo en el amor? ¿Acaso, es justo meterse en medio de una pareja porque "en el amor y la guerra todo vale", o es justo jugar con los sentimientos de dos personas, porque quieres a ambas y no te decides? No creo que sea justo justificar el egoísmo de una persona bajo "en el amor y la guerra toda vale", porque después le damos al amor una cualidad que no le corresponde, el masoquismo, y decidimos aguantar todo lo que nos venga de esa persona que queremos, a pesar de que cada decisión que decide no tomar, nos está matando poco a poco por dentro, nos está quitando aquello que conocemos por vida, y nos excusamos con un "es que soy masoca, ¿sabes?"
Pues no, chicos. Por muy parecida que sea la guerra al amor, a éste último no podemos dotarlo de cualidades negativas que no le corresponden, pues se repelen.

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