sábado, 25 de junio de 2016
Huyendo a la locura
La única forma de escapar de la locura es huir, huir hacia ella. Huir a un mundo donde el límite entre lo real y lo imaginario está marcado por nosotros mismos. Un mundo donde podemos estar rodeados de aquello que más apreciamos, esté o no presente en la vida real. Un mundo donde podemos manejar nuestro destino y cambiarlo cada vez que se nos antoje, hasta conseguir aquello que queremos. Da igual si así "perdemos" los valores de vivir, en este caso no importa si caemos y nos levantamos las veces que haga falta, sino de ser feliz, aunque sea a través de juegos sucios creados por nosotros. Carpe diem.
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