sábado, 25 de junio de 2016

Gorda

Eres niña y ves a las personas obesas de tu alrededor que al crecer se vuelven flacos. No te preocupas por si eres un poco rellenita porque piensas que al crecer te volverás flaca; pero nadie te avisa de que eso ocurre porque te cambia el metabolismo y la gente que engorda come menos. Ahora eres adolescente. No estás gorda, simplemente tu cuerpo es normal, con curvas. Pero vives rodeada de una sociedad que toma por bello a aquellas personas que tienen una delgadez extrema. La diferencia entre tú y ellas son un par de kilos, no llegan a los diez: donde a ellas le faltan un poco para su peso ideal y a ti te sobra, o no necesariamente. A tus espaldas te llaman gorda y comienzas a obsesionarte un poco, pero vuelves a comer como siempre, ¿porqué renunciar a algo que muchos no tienen y mueren y pelean por ello? Vives en una sociedad donde compiten para no comer, mientras que los que no comen porque no tienen, mueren. Estás en un periodo de tu vida donde el físico lo es todo. No adelgazas. Sabes que hay métodos fáciles y rápidos, y decides probar una vez. No crees que vaya a pasar nada, ni muchos menos engancharte. Así, día tras día, lo haces. Al principio no tan seguido, total, solo son cinco o seis veces. Un día te despiertas en un hospital. "¿Qué ha pasado?" preguntas. "Tienes anorexia" responden. "Estás grave". Piensas: "¿cómo he llegado ha esta situación?" No te reconocen. No te reconoces. Y todo por 3 kilos de más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario